lunes, 11 de abril de 2011


fumar un cigarrillo es como prender una vela. es como prender un velador que se apaga cuando nadie hay ya en la habitación. cuando nadie hay ya en el campo, iluminado por las estrellas fugaces que lo iluminaban hace un rato.
 

me ausento de un suspiro

yo, que miro la flor

la flor, que en ese campo

no debí arrancar.


me ausento como el humo

de un suspiro me esfumo

como la luz de los campos

se apaga a mi alrededor.



entonces –me parece

voy a agarrar un cigarrillo y lo voy a prender fuego.


entonces –me parece

voy a agarrar un cigarrillo y lo voy a prender fuego.


para caminar entre velas que están aún por apagarse.


entonces –me parece

voy a agarrar un cigarrillo y lo voy a prender fuego.


para aspirar el humo que salga

de ese pequeño cigarrillo prendido fuego


porque lo dice el dicho

de ese pequeño cigarrillo

-casi de miniatura-

que se quería prender fuego

del cigarrillo que anoche

se quería prender fuego:


“me ausento como el humo

de un suspiro me esfumo”




tu luz interior

y la luz de los campos

se fueron apagando


alguien presionó un botón

y el cielo oscureció de pronto



el llanto, la eclosión

llamó la atención

de los que suspiran

y de nuevo no hubo nada


pero nada más cambió.

(Mes de Abril del 2011)