lunes, 18 de julio de 2011


sueño que nado en un mar y me acuerdo de cosas que quizás nunca ocurrieron †

XVI


Durante estas ocho horas de sueño profundo espero con los brazos cruzados

Me deprime por completo
desperdiciar esta oportunidad única
de ir hacia el fondo de los sueños
para no volver jamás a la ciudad encantada


Volviendo a la ciudad encantada
con una copa de vino en cada uno de mis dedos de los pies


Bajo caminando mis miserias por una escalera mecánica,
hacia ese edificio interminable
en el fondo de los sueños

Tomo con mis dedos aceitados un racimo de uvas en el fondo de una canasta llena de humo
Tomo con mis manos la cola del caballo, una cola de cartón con retazos de hilo y pelo pegados

Una cola de cartón que fue clavada en la espalda de un ente invisible que corría
Una cola de cartón que fue clavada en lo invisible
que fue incrustada en lo invisible de un cielo con un clavo doblado

Son esos tus ojos: los que me miran desde el cielo deslucido, y aterrizan como águilas sobre lo que antes fueran ruinas sagradas y hoy yacen bajo el sol del mediodía aplastadas por los bancos de agua.

(Mes de Julio de 2011)